La realidad le ganó a la campaña del miedo en las elecciones en Argentina

Javier Milei, candidato de La Libertad Avanza, se impuso de manera contundente al candidato oficialista y ministro de Economía, Sergio Massa. A pesar de un flojo performance del libertario en el debate del domingo pasado, esto no hizo que el peronismo sea relegido para gobernar por cuatro años más

Muchos definieron a estas elecciones como las más importantes de los últimos 40 años. Es que la crisis que atraviesa del país del Río de la Plata se agudizó durante el gobierno del peronista Alberto Fernández. Nunca hubo un mea culpa, siempre encontraron una excusa para justificar los malos resultados: la pandemia del COVID, la sequía y la herencia dejada por el período en el que gobernó Mauricio Macri. Los números del balotaje reflejan que la población se cansó.

La opción de Javier Milei representa un cambio radical de lo que se viene haciendo en la Argentina. De los planes sociales eternos, de la mano blanda con la inseguridad ciudadana y el desastroso manejo de la economía y el enorme aparato estatal. Las formas discursivas del electo presidente hicieron que un grueso de la población dudara de elegir al libertario, pero el hartazgo del peronismo pudo más y obtuvo un 56% de los votos contra el 45% de Sergio Massa.

A partir del martes, porque el lunes es feriado en la Argentina, el peronismo pasa a ser la oposición. La historia nos dice que la intolerancia y la poca paciencia son dos características de cuando este longevo partido no gobierna. Para nadie es un secreto que el peronismo contribuyó a la caída del fallecido expresidente Fernando de la Rúa. Por el bien del país, esperemos que esta vez la actitud del partido, en el que la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner es una referente, sea diferente.

Levantar a la Argentina del profundo pozo en el que está no será una tarea sencilla. El pueblo debe tener paciencia, tiene que ver el ejemplo de sus vecinos latinoamericanos, a los que les tomó mucho tiempo revertir una situación similar. El peronismo está obligado a ser parte también de la solución a los grandes problemas que aquejan al país.

Habrá que esperar a ver si el pueblo no se equivocó al elegir a Javier Milei como el hombre que decidirá el destino de la nación en los próximos cuatro años. Y repitiendo la frase del electo presidente: “Dios bendiga a los argentinos”.